Hoy tiene a su cargo a 514 alumnos, en su mayoría hispanos, a quienes les recuerda que todo éxito es posible.
Katherine C. Villoria aún recuerda el día que recibió su tan temida notificación de despido, conocida como ‘Pink Slip’, en el 2010. La joven de entonces 25 años dijo haberse sentido muy mal, puesto que ella fue una de 38 maestros nuevos que fueron despedidos de la escuela primaria donde trabajó por tres años. En ese momento Villoria no se imaginó que aquel, en lugar de ser el fin de su carrera, sería el camino hacia su éxito.
Seis años después Villoria disfruta de los frutos de su arduo trabajo y su habilidad de no darse por vencida. Desde hace seis meses Villoria es la nueva directora de la escuela pública Environmental Charter High School (ECHS) localizada en Lawndale, al sur de Los Ángeles.
La joven directora de 31 años está a cargo de 514 estudiantes de los grados 9 a 12—con la mayoría de origen latino—y dice que le agrada cuando los estudiantes la ven como un modelo a seguir.
“Quiero que los estudiantes se enfoquen en su educación y su mejoramiento y es importante [para los estudiantes] ver a educadores que se parecen a ellos”, explicó la directora cuyos padres son de origen colombiano y japonés.
ECHS está compuesta por alrededor del 68% de estudiantes latinos, 20% de afroamericanos y el resto de otras etnias. El enfoque de la escuela es concientizar a los estudiantes acerca el medio ambiente y crear líderes que encuentren soluciones para los retos sociales, económicos y culturales de la comunidad local y global, explica su página web.
Villoria comenzó a trabajar como maestra de español en ECHS en el 2011 y fue subiendo su rango hasta convertirse en directora este año. Ella dijo que su mayor motivación para ayudar a los estudiantes es su propia experiencia de adolescente. Cuando cursaba la preparatoria su sueño era ser dentista. “En la escuela mi consejera me dijo que no iba a poder porque mis grados no eran buenos”, explicó Villoria. “Y en ese momento yo pensé que no tenía las cualidades para asistir a la universidad y eso es lo que me motiva todos los días para demostrar a los estudiantes que pueden sobresalir”.
Ella se asegura no solamente del bienestar de los niños en su escuela pero también de combatir el bullying y los sentimientos negativos que puedan aparecer. Villoria dijo que a raíz de las elecciones presidenciales el sentimiento de las personas es diferente. Ella explicó que ha visto a los estudiantes tener una mezcla de emociones. “Hay muchos que tienen miedo de sus familiares y amigos”, explicó. “El tema de la inmigración no es algo nuevo para mí pero me asusta porque esta elección ha incrementado las amenazas”, dijo Villoria.
Por lo tanto ella se encargó de asegurar a los padres de familia que la escuela es un lugar seguro para los estudiantes. Hace dos semanas envió una carta a los padres de familia confirmando que siempre van a tener el apoyo de los maestros y empleados de ECHS.
Villoria dijo que pedir ayuda es bueno. Ella asegura que en su caso hasta los estudiantes le ayudaron cuando comenzó como maestra en ECHS.
“En la escuela aprendí del impacto del reciclaje. Cuando comencé a trabajar ahí ni sabía dónde poner mi basura”, dijo sonriendo mientras recordaba que la primera vez al ver tantos botes de basura tuvo miedo y se la llevó a su carro. “Pero mis compañeros me ayudaron y me orientaron y los estudiantes me explicaron cómo sostener los vegetales [que se siembran] y qué hacer después”.
Villorrio explicó que se debe tener mucho valor y pedir ayuda especialmente de las otras mujeres. “Porque a veces nos queremos aislar y tenemos mucho miedo. Yo dudo de mí constantemente y tengo que recordarme y pedir a mis amigas y compañeras que me recuerden que lo que hacemos es posible y siempre podemos sobresalir”, aseveró.
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